viernes, agosto 12, 2011

ROGITO

Cuando niño, disfrutaba en exceso una caricatura: Los Picapiedra; tanto así que podría reseñar situaciones y capítulos completos, pero justo hoy necesito hablar de uno en especial: el episodio del nacimiento de Bam-Bam.

Resulta que los Mármol (Pablo y Bety) sufrían por no tener un bebe. En medio de su tristeza, una noche ven desde su patio una estrella fugaz, y recuerdan que podrían pedir un deseo. Ese deseo es, obviamente, tener un hijito. Y ocurre que, por avatares del destino, alguien deja un bebito a su puerta (el toque cavernario está en que es dejado no en una canasta, sino en un enorme caparazón). Los Mármol lo descubren y de inmediato lo toman como propio, convirtiéndolo así en su más grande fortuna.

Hace unos 6 años, seguramente alguna noche en la que paseaba con el fiel Dennis, debí contemplar por algún rato una estrella y después, debo haber pedido un deseo parecido, porque un día como este, del año 2005, encontré a mi propio cavernicolita. (Pausa para lagrimear) Corroborando que mucha gente importante para mi nace en agosto, apareció siendo pequeño, medio frágil y con sus redondos ojos negros.

Ese día de agosto de 2005, conocí a quien, con el tiempo, se emociona y me recibe con abrazos al llegar a casa, me pregunta si comí, me sirve un vaso con jugo, me prepara un lugar en la mesa, espera pacientemente a que termine de comer (o me acompaña comiendo de nuevo), lleva mis platos a la cocina, si me ve enfermo insiste en que tome medicamentos, si me vence el cansancio en un sillón me cubre con una frazada, muestra siempre disposición para ayudar, en los malos momentos me arregla la vida con un espontaneo “te quiero mucho”, lucha contra el sueño mientras llego y además, después de todo lo anterior, pregunta del mejor humor… “¿quieres jugar?”

Aquel viernes de agosto, vino al mundo la persona que me ha mostrado la sabiduría más profunda a partir de la lógica más simple y que se convirtió en el más leal acompañante y el mejor amigo que he tenido en la vida.

Ahora, seis años después, alto, fuerte, sano y muy vivo, está a punto de entrar a la primaria, y espera, emocionado, el momento de estrenar su mochila con rueditas.

Todavía no sabe leer, pero sabe captar muy bien cuando le procuran cariño. Por eso, seguro entenderá que el “feliz cumpleaños” que le digamos hoy, es también una expresión de alegría enorme por coincidir en este mundo.



2 comentarios:

215 dijo...

me chocas =''''))))) en la siguiente entrada, la primera línea debe decir ''antes de leer, prepare lo siguiente: una caja de pañuelos desechables, rimel y delineador waterproof''

Atte, you-know-who :)

PD. Lo recalco? Sólo por si acaso, ERES MI PERSONA FAVORITA.

negro027 dijo...

No cabe duda que hay personas que nacen con la dicha de ser amadas y queridas en todos los aspectos.

Dichoso este niño que goza su inocencia y su niñez al lado de un papá que sabe lo que es amar sin limite..... simplemente sin palabras.