Pocas veces me alegra - tanto - haberme equivocado. En la entrada anterior ("AKIRA", DICIEMBRE 11, 2010) lamente profundamente el fallecimiento de Roberto Morimoto.
Esta semana, felizmente me entere del error. Akira, vivo y coleando se encuentra en Nayarit; la confusion se debio a la muerte de su abuelo del mismo nombre. Sin embargo, celebro la oportunidad de haber expresado lo que sentia y pensaba respecto a Morimoto, y confio en que estas lineas lleguen, con un abrazo, a el.
No puedo mas que alegrarme por lo anterior y terminar este texto como lo haria Akira: previo a la carcajada, aseveraria algo como "ay, maestro... no estaba muerto, andaba de parranda".
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