sábado, diciembre 11, 2010

AKIRA

En la entrada  "Pendientes" (septiembtre 10, 2010), Luna me reprocha  que - desde su apreciacion - sea necesario estar lejos de mi vida para que yo dedique unas lineas... alimentemos esa tesis.


En dias pasados me entere de la muerte de Roberto Morimoto, Akira (su segundo nombre) para los cuates.

Conoci a Morimoto alguna mañana sabatina de 1990 o algo asi, cuando aparecio en el que era mi lugar de trabajo y se unio al memorable y desquiciante equipo aquel; dos cosas lo distinguieron al paso de los meses: primero, su talento indiscutible y enorme para multiples cosas: arreglos florales estilo ikebana, dibujos enormes, manejo de grupos de monstruosos adolescentes, y, sobre todo, su excepcional "mano" para la cocina. Gracias a Roberto, deguste alguna vez los mejores camarones al mojo de ajo que he comido en los ultimos 38 años, postres, bocadillos y mas. Segundo, una vida llena de reveses inmerecidos (parece ser el comun denominador de los talentosos), desde un abanico de enfermedades que complicaban su situacion laboral, hasta la perdida de personas muy queridas para el. Empero, todo eso no opaco su actitud limpia, franca y afable.

Migro y volvio varias veces; en los ultimos años nos vimos poco, pero de vez en vez, via correo electronico, manteniamos cierto contacto. Voy a recordar a Akira con una sonrisa como la que tenia siempre, y como las que le gustaba provocar.

Por eso, terminare esto como lo hubiera terminado el: diria - antes de sonora carcajada - ni hablar maestro... vamos a echarnos unos tacos a la salud del muertito.

No hay comentarios: